Dentro de este mapa encontramos una leyenda en la esquina inferior derecha que clarifica el contenido de este.
Siguiendo al verde, encontramos al amarillo como color dominante del mapa y este se refiere a la zona dedicada a los sublevados o revolucionarios en la España de 1936.
Además de estos dos bandos que cubrían el país podemos observar una serie de franjas o fronteras de color verde y de color rojo.
Las fronteras que visten del color verde pertenecen a las fronteras que se dieron entre los republicanos y los sublevados el 24 de Julio del año 1938, mientras que por otro lado encontramos las fronteras de color rojo que se dieron entre ambos bandos, pero esta vez el 27 de marzo de 1939.
Por último en este mapa y alrededor de las fronteras anteriormente expuestas podemos apreciar la serie de sucesivos bombardeos y batallas que atacaron el país distribuidos en mayor cantidad rodeando la ciudad de Madrid.
Por ello podemos decir que el mapa propuesto para comentario pertenece a las fases de la Guerra Civil vivida en España entre los años 1936 y 1939.
Podemos definir Guerra Civil como un conflicto social, político y militar que se desencadenó en España tras fracasar el golpe de estado del 17 y 18 de julio de 1936 llevado a cabo por una parte del ejército contra el gobierno de la Segunda República Española, y que se daría por terminada el 1 de abril de 1939 con el último parte de guerra firmado por Francisco Franco, declarando su victoria y estableciendo así una dictadura que duraría hasta 1975.
Este conflicto como vemos reflejado en el mapa se fue realizando en diversos procesos o fases que se sucedieron de forma muy atropellada.
La primera fase que encontramos se corresponde con el año 1936.
Durante esta primera fase el territorio español se encuentra dividido entre el bando de los rebeldes o revolucionarios y el bando de los republicanos. Siendo territorio rebelde la mayor parte de Castilla y León, Navarra, una pequeña zona de Extremadura, parte de Cádiz, entre otras.
Sin embargo el punto clave donde se apuntaban todos los ataques por parte de los dos bandos era la capital española, Madrid.
En la segunda fase de la Guerra, que se relaciona con el año 1937, vemos el año clave para la maniobra puesta en práctica por parte del ejército rebelde.
Este año se caracteriza principalmente por la ruptura con la resistencia republicana de Asturias y la entrada de los rebeldes para hacerse con la mayor parte del territorio norte español.
Siendo éste el principal motivo de esta fase de 1937, observamos también que el ejército rebelde sigue siendo incesable, conquistando la mayor parte de Andalucía y acercándose cada vez más a la capital española, con enfrentamientos como “La batalla de Brunete”.
Tras el enorme ataque por parte de los rebeldes, España vive una nueva fase de Guerra Civil, perteneciente al año 1938.
En esta fase la guerra ya está perdida por parte de los republicanos.
Es una etapa en la que se viven grandes conflictos y quizás el año más triste de la guerra por conflictos tan duros como la batalla del Ebro o la batalla de Teruel.
Batallas en las que se producen el triunfo de los rebeldes, por medio de la conquista de territorios como Castellón que provocaba la separación de las dos grandes resistencias de las que aún disponía el bando republicano.
Sin embargo, aunque la guerra en sí ya está perdida se da una última fase de la guerra dada en 1939 en la que se viven sus últimos achaques como la toma de Cataluña, Valencia, Menorca y el duro golpe para los republicanos, la toma de Madrid el 1 de abril de 1939.
En conclusión el mapa propuesto para comentario refleja un período vivido en España en el que se vivieron grandes conflictos sufridos principalmente por el pensamiento político y por la creación de estos dos grandes bandos.
Con la victoria del ejército rebelde o revolucionario en el territorio español, la principal consecuencia que encontramos es el cambio radical de distribución de los territorios españoles además de un triste desenlace para los republicanos los cuales, muchos de ellos tuvieron que exiliarse a países como Francia, y otros muchos quedaron perseguidos en España hasta acabar en lugares como campos de concentración.


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