viernes, 10 de junio de 2011

La persistencia de la memoria. Salvador Dalí.

La lámina propuesta para comentario recibe el nombre de "La Persistencia de la Memoria", aunque también es conocida como "Los Relojes Blandos" y pertenece al autor español Salvador Dalí.

Si VISUALIZAMOS LA LÁMINA podemos apreciar un paisaje desierto en primer plano en el que encontramos la figura de una especie de cabeza blanca exagerada sobre la cual se dispone uno de los 4 relojes que apreciamos en el cuadro, a su lado, encima de una mesa inacabada encontramos otro reloj deformado que nos trasmite la sensación de deslizamiento por la pared y otro reloj de mano cerrado en el que se encuentran una acumulación de moscas sobre su tapa, además de estos dos relojes observamos un tercero posado en la rama de un árbol seco que nace de la mesa.
Al fondo y con unos colores más claros vemos un acantilado sobre un mar que se confunde con el cielo.
Dando lugar a este juego de combinaciones de luces y sombras en el cuadro.



Una vez hecho esta apreciación, debemos mencionar que la lámina propuesta para comentario utiliza la técnica de óleo sobre lienzo.
En ella podemos analizar la figura de unos relojes simbólicos que quedan en primer plano del cuadro, sobre el paisaje simple del fondo, por lo que podemos declarar que esta lámina se trata de un arte figurativo, debido en gran motivo a que los objetos están representados con gran exactitud aunque se les altere sus dimensiones y su forma.
Con respecto al tema principal de este cuadro, observamos una particularidad que nos ayuda a su mejor reconocimiento, como podemos apreciar, sobre el reloj que está a punto de deslizarse por el muro hay una mosca y sobre el reloj de bolsillo hay multitud de hormigas que no están ahí por casualidad, sino que nos sirven para determinar el inexorable paso del tiempo que desemboca en el mismo punto para todos los seres vivos, la muerte.
Dentro de la composición basada en la lámina cabe destacar la línea horizontal del fondo que separa la primera parte del cuadro más oscura , con la parte del fondo en la que el gran foco de luz se encuentra en el  acantilado.
Está línea en horizontal se complementa con la línea en vertical del árbol que nace de la mesa de la esquina inferior izquierda.
Además vemos el gran uso de la diagonal utilizado por Dalí para marcar por ejemplo los bordes de la mesa.
La perspectiva del cuadro se basa a través de la luz y el color.
Ambos son fundamentales y juegan un gran papel dentro de la lámina , con respecto a la luz encontramos el contraste entre la primera parte del cuadro y la línea del mar sobre el acantilado.
Este efecto de luces y sombras se encuentra también relacionado con el color del cuadro, ya que las partes en las que abunda la sombra están teñidas de colores más oscuros y fríos, mientras que las más iluminadas hacen referencia a el mar, el acantilado y el cielo, basándose en colores cálidos ocres, marrones y amarillos.
Por último referido a los aspectos técnicos de esta obra, cabe mencionar el tratamiento del autor sobre la misma.
Salvador Dalí utiliza la técnica SURREALISTA para intentar explicar la fugacidad del tiempo.
Como bien sabemos, EL MOVIMIENTO SURREALISTA, es una corriente surgida dentro del periodo de Vanguardias del S.XX.


Esta corriente surgió directamente de otro movimiento anterior mucho menos importante llamado DADÍSMO, procedente del término DADA ( relacionado con el balbuceo de un bebé).
El dadaísmo, defensor de lo ridículo y lo absurdo tuvo un corto periodo de vida, pero fue la pieza clave para el nacimiento de la gran corriente surrealista a la que pertenece este cuadro.





Los autores surrealistas, como Salvador Dalí, buscaban representar el mundo de los sueños, pero profundizando en el detalle.
En esta corriente vemos una mezcla de estilos, por un lado encontramos como los surrealistas beben directamente de la fuente expresionista, en cuanto al arte emocional, pero también apreciamos su profunda preocupación en la representación formal.
Sin embargo el movimiento surrealista se basa por representar el mundo del subconsciente y del sueño.
Atendiendo a la reflexión surrealista del cuadro, vemos como lo que Dalí intenta plasmar en el lienzo es lo efímero de la vida, y el paso inexorable del tiempo que siempre sigue su curso.
No obstante, como podemos observar, el autor representa este hecho de una forma un tanto especial con estos relojes deformados.

Según el propio Dalí: "Lo mismo que me sorprende que un oficinista de banco nunca se haya comido un cheque, asimismo me asombra que nunca antes de mí, a ningún otro pintor se le ocurriese pintar un reloj blando".
En conclusión este, como todos los cuadros de Dalí, han marcado una era de la historia y son un anticipo directo del arte abstracto y del arte moderno que conocemos hoy en día.
Sin duda, autores como Dalí han marcado una gran tendencia y un gran ejemplo para todas las técnicas artísticas posteriores al surrealismo.
En mi opinión, la dificultad de este cuadro y lo que realmente quiere expresar, es una tarea muy difícil de conseguir, que Dalí ha superado con creces.
El arte, como hoy en día conocemos , se basa en el relevo que otros grandes artistas copiaron de este hombre, con el que debemos sentirnos profundamente agradecidos.

1 comentario:

  1. alicia este comentario es mejor que el mio... ¡Qué Máquina!

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